Duván Armando Moreno Marín
La forma como hablamos nos define. Generalmente las palabras que utilizamos son nuestra carta de presentación y generan impresiones en los demás que difícilmente cambian en el corto tiempo.
Hoy voy a resaltar esas expresiones que delatan nuestra manera de interactuar con el mundo, con base en unas pocas frases alguien puede inferir si somos buenos compañeros de trabajo, de estudio, incluso cómo nos comportamos en pareja.
Hagamos un recorrido por las etapas de nuestra vida y la forma como nos hemos relacionado con los demás en ellas, inicialmente somos completamente dependientes, nuestra única posibilidad de supervivencia es contar con la protección de alguien, y mucho mejor si ese alguien son nuestros padres. Estamos a merced de su voluntad y afortunadamente, en la mayoría de los casos, ellos nos aman y sólo quieren lo mejor para nosotros. En ésta etapa nuestro lenguaje se basa en los otros. Nuestra vida depende de las decisiones, acciones y condiciones de ellos: “Mi papá me dejó salir a jugar hasta las 7”; “Mi mamá me llevó al jardín”; “Mi hermano me está molestando”; “Mi abuela me dio los dulces”.
Luego comenzamos a experimentar la independencia, gradualmente nos sentimos más autosuficientes e incluso defendemos esta condición como nuestro tesoro más preciado. En ésta fase hablamos principalmente en primera persona: “A mí me gusta trasnochar”; “Es que yo soy así”; “A mí no me gusta que me impongan reglas ni que me controlen”; “Yo veré qué hago”; “Yo me metí en esto y yo me salgo sólo”.
Dependencia e independencia, dos estados que debemos experimentar y que durante nuestra vida son útiles bajo ciertas circunstancias, sin embargo su principal objetivo es prepararnos para la interdependencia, en éste estado nos sentimos parte de algo más, de una familia, de una sociedad, de un equipo, nuestro lenguaje se basa en la palabra “nosotros”, queremos relacionarnos, buscamos dejar de ser un 100% para ser un 200% o más.
¿Te sientes estancado en el estado de la dependencia o de la independencia? ¿Qué es lo que refleja tu lenguaje? ¿En qué aspectos de tu vida te gustaría comenzar a ser interdependiente?